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La embajadora de la WWO, entusiasta por dar visibilidad a las mujeres vulnerables de Tanzania

Por Sarah Kitainda y Sor Maureen Ogundeph

Foto: Sarah Kitainde

 

Una de las embajadoras del Observatorio Mundial de las Mujeres de Tanzania, Sarah Kitainda, ha tenido el placer de conectar con la Televisión Nacional, la Tanzania Broadcasting Cooperation (TBC) y mujeres con niños discapacitados para hablar sobre la violencia de género, según la cual la mayoría de esas mujeres han sido abandonadas por sus maridos o parejas. Ser invitada a hablar sobre este tema de la violencia de género en la Televisión Nacional es señal de que se trata de un problema en Tanzania y de que hay interés por abordarlo.


La misión del Observatorio Mundial de las Mujeres es dar visibilidad a las mujeres, especialmente a las más vulnerables, que parecen "invisibles", tanto por su sufrimiento como por su potencial, para inspirar y generar estrategias pastorales por parte de la Iglesia, sinergias por parte de las ONG de la sociedad civil, políticas públicas por parte de los Estados y contribuciones a la agenda internacional que favorezcan el desarrollo humano integral de las mujeres y el de sus familias, comunidades y pueblos.


Sarah, que es una de las embajadoras, siempre ha sentido el afán de trabajar en red con otros para cambiar la vida de estas mujeres y niños.


Sarah también fue invitada este año al Día Internacional de la Mujer para facilitar un  evento dedicado a las de Conductoras de Autobús. Durante mucho tiempo, el trabajo de conductor de autobús ha estado reservado a los hombres, pero con el tiempo las mujeres jóvenes se han ido aventurando en él. Al desempeñar este trabajo se enfrentan a muchos retos, pero no tienen ninguna preparación ni conocimientos sobre cómo gestionar el trabajo manteniendo su dignidad. Sarah explicó a estas conductoras de autobús cómo pueden protegerse a sí mismas y a los demás cuando se enfrentan a la violencia utilizando las leyes, porque la mayoría de ellas sufren acoso sexual y discriminación de género. También trató de convencerles de que, cuando trabajen, sean embajadoras para ayudar a cualquiera que tenga problemas, al menos para mantener a salvo a un niño cada día.

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