A pocos días del inicio de la segunda sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad, el pasado 26 de septiembre se llevó a cabo un webinar organizado por la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), en el marco de la Escuela de Sinodalidad, con la participación de 260 personas provenientes de 49 países. En este webinar, se presentaron los resultados de las conversaciones en el Espíritu que involucraron a 678 mujeres de 78 países.
El análisis de estas conversaciones, elaborado por la Universidad Católica de Argentina, será enviado a la Secretaría del Sínodo y compartido con los y las participantes de la próxima sesión del Sínodo que tendrá lugar en octubre de 2024.
Durante el webinar, Mónica Santamarina, Presidenta General de la UMOFC, destacó la importancia de la formación en liderazgo sinodal y participativo, no solo para las mujeres, sino también para el clero y los hombres laicos. “Formar y ejercer un liderazgo sinodal es un anhelo importante que debemos afrontar conjuntamente. Esperamos que también se ofrezcan más oportunidades de becas para mujeres en diversas partes del mundo”, afirmó la Presidenta General.
Resultados y recomendaciones de las Conversaciones en el Espíritu
La formación teológica, pastoral y en liderazgo es una de las recomendaciones surgidas de las conversaciones en el Espíritu. Pero no solo para las mujeres. “Actualizar la formación de los sacerdotes para que estén mejor preparados para trabajar en red y colaborar con los laicos, en particular con las mujeres, y responder a los desafíos de hoy”, se lee en la síntesis.
Las otras recomendaciones se refieren, entre otros, a los siguientes aspectos:
La invisibilidad de las mujeres, especialmente en Asia y África, donde son vistas solo cuando se requiere su trabajo, pero casi nunca son incluidas en los procesos de toma de decisiones. La palabra “frustración” fue la que más se escuchó al relatar estas experiencias.
Falta de aprecio al aporte de las mujeres: Es común la sensación de sentirse subestimadas y poco valoradas, especialmente en los momentos de decisión.
Insuficiente reconocimiento de los dones que las mujeres aportan a las comunidades eclesiales.
A pesar de los muchos pasos que se han dado en la Iglesia en cuanto a la participación de las mujeres, tanto laicas como consagradas, en el encuentro se subrayó la importancia de continuar avanzando para construir “comunión y unidad en la diversidad, superando la exclusión y construyendo una comunidad más inclusiva, en la que las diferencias culturales y de género sean valoradas”.
La síntesis también destaca algunas divergencias, es decir, temas sobre los que no se encontró un consenso entre las mujeres. Uno de ellos es el acceso de las mujeres al ministerio ordenado.
“Algunas apoyan firmemente la inclusión de las mujeres en estos roles como una respuesta necesaria a la disminución de vocaciones en el clero y como un signo de justicia e igualdad, mientras que otras son escépticas o están totalmente en contra.”
Panelistas del webinar: Julia Oseka, Elisa Delgado Cabrera y Barbara Dowding
Julia Oseka, la madre sinodal más joven, de 23 años, estudiante de física y teología en Estados Unidos y originaria de Polonia "donde espero regresar una vez que termine mis estudios", afirma. "Al sentarme en esa silla, sentí cuántas mujeres antes que yo han contribuido para que hoy podamos ser escuchadas. También sentí la inspiración que he recibido de muchas mujeres que, para mí, son modelos de liderazgo en la Iglesia. Mi experiencia en el Sínodo es de igualdad: la metodología de la conversación hace que todos y todas, independientemente del rol, tengamos el mismo tiempo y las mismas preguntas. Para algunos de nosotros, creo que es la primera vez que tenemos una experiencia de diálogo tan equitativa con sacerdotes, laicos y obispos".
La Escuela de Sinodalidad de la UMOFC ha formado a 253 facilitadoras sinodales que, en sus países, han promovido encuentros con el método de la conversación en el Espíritu.
Elisa Delgado Cabrera, Comisaria de Formación de la Unión Femenina Católica Mexicana, relata su experiencia como facilitadora sinodal: “Ser facilitadora para mí fue un ejercicio de escucha, ya que estoy acostumbrada a hablar. Al organizar conversaciones en el Espíritu para las mujeres de 29 diócesis de México, presenciamos la alegría de las personas que, a través de nosotras, se sintieron escuchadas por la Iglesia sin ser juzgadas. En las conversaciones vimos la capacidad de cada persona de dejarse guiar por el Espíritu, escuchando profundamente a los demás. Surgieron necesidades de atención y cuidado, pero también mucha esperanza.”
Barbara Dowding, Vicepresidenta de la UMOFC para América del Norte, también comprometida en promover encuentros como facilitadora, afirma: "La Iglesia puede apoyar mejor a las mujeres en sus roles de liderazgo promoviendo una cultura de escucha activa, comunicación abierta y formación continua. Para el futuro, los miembros consideraron esencial que la Iglesia siga promoviendo los dones únicos de las mujeres, alentando su participación a todos los niveles, permitiéndoles asumir más roles de toma de decisiones dentro de la Iglesia y permaneciendo abierta a la guía del Espíritu Santo en estos esfuerzos".
Al finalizar el encuentro, se le pidió a Julia un deseo para el Sínodo: "Me gustaría que cada uno de nosotros fuera un signo visible de la gracia invisible. Vendrá a Roma un grupo de estudiantes de Estados Unidos para escuchar a las madres y padres sinodales, para aprender este proceso de Iglesia sinodal: están entusiasmados y curiosos, si los ven en la calle, deténganse y salúdenlos."
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