A finales de septiembre, Ana Martiarena, Directora de proyectos del Observatorio Mundial de las Mujeres (WWO) de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), participó activamente en la 7º Asamblea de la Red CLAMOR y en el 1er Encuentro de MIGRARED en Bogotá, Colombia. Estos eventos, organizados por Caritas Internationalis, SELACC, Red Clamor, CELAM y la RAEMH, reunieron a 102 personas de 31 países, incluyendo destacados representantes de organizaciones como Coatnet, Cáritas Italiana, Red de Migración y Trata de África y Cáritas Internacionales de Asia y Oceanía, así como de América Latina.
El objetivo de MIGRARED es conocer las distintas realidades regionales y la situación sobre el terreno, recopilar buenas prácticas y mensajes clave, y elaborar estrategias conjuntas de promoción para que sus grupos de trabajo preparen contribuciones a los procesos mundiales sobre sobre migración y refugiados. En esta oportunidad, en Bogotá, el WWO tuvo la oportunidad de presentar los resultados de los dos proyectos en los que se está trabajando actualmente en América Latina, ambos centrados en las mujeres migrantes: “El acceso a la justicia de las mujeres migrantes en México” y “Mujeres migrantes a través de corresponsales latinoamericanas y caribeñas”. Durante el encuentro, Ana Martiarena, en representación del WWO, tuvo la oportunidad de hablar en dos ocasiones, permitiendo la presentación de los primeros resultados de estos proyectos.
“Nada sobre los migrantes sin los migrantes”
El encuentro se destacó especialmente por el mensaje que el Papa Francisco envió a los participantes, donde los saludó, felicitó y subrayó la importancia de trabajar con migrantes: “Hoy, más que nunca, las comunidades locales están llamadas a construir el futuro junto a los migrantes, refugiados y desplazados [...] La esperanza viene de aquellos a quienes este mundo considera ‘los últimos’”.
Una de las frases que resonó durante estos días fue: “Nada sobre los migrantes sin los migrantes”, recordando que los verdaderos protagonistas de estas historias deben ser siempre incluidos en la conversación. Así fue, que se contó con varios testimonios valiosos de migrantes durante el encuentro. Durante estas actividades, también se recordó permanentemente que “migrar no es un delito”.
La participación de tantas personas venidas de diferentes países permitió conocer las realidades de las personas que se encuentran en situación de tener que migrar, así como los esfuerzos realizados para trabajar en red, los proyectos y las buenas prácticas. Ana Martiarena enfatizó que estos encuentros abren puertas para la colaboración, subrayando “la emoción al ver tantas personas involucradas para el cambio”.
El evento culminó con la celebración de la Santa Misa en ocasión de la 110ª Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado en la Catedral de Bogotá, reafirmando la convicción de que el migrante es un lugar teológico y que Dios camina con su pueblo. Además, una de las experiencias más poderosas fue la visita a las obras salesianas del Divino Niño Jesús, donde se compartieron momentos significativos con personas migrantes, mayoritariamente familias venezolanas. Fue un espacio para interactuar y jugar con las familias migrantes y conocer las iniciativas educativas y de oficios que les ofrecen en la ciudad.
El WWO de la UMOFC está comprometido en ser parte de esta red internacional que aborda la migración. La colaboración entre las distintas organizaciones no solo fortalece nuestros esfuerzos, sino que también nos ofrece la oportunidad de trabajar juntos.
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